jueves, 8 de diciembre de 2011

Oscuridad

La oscuridad
Tan espesa, tan divina
Tan misteriosa de repente
Tan excéntrica, tan plácida a veces.
Vuela mi mente
Bajo éxtasis de ironía.

No la ves, pero ahí esta,
Expectante, esperando por mi,
Para abrazarme, para amarme,
Odiarme y tal vez estrujarme.

En su lapso de divina y real sangre de divinidad,
No hay bien o mal,
No hay luz, no hay oscuridad,
Es infinito absoluto, lo que viene a reclamar.

Si. Ahí está.
Siento su presencia al pasar,
Te siento detrás de mí y en el mas allá.
Oh divina, divina oscuridad.

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